lunes, 31 de diciembre de 2007

Miles de soles

No sé si os habrá ocurrido alguna vez...
Llegas a un sitio, y de pronto ves que la luz del sol es distinta a la de tu tierra: la forma en que los dorados iluminan las piedras de los edificios, la manera en que el sol ilumina los árboles verdes, la luz que cae sobre las personas que te rodean. Y te enamoras de ese sol en ese punto del meridiano en el cruce con aquel otro paralelo. Y pasas el resto de tu vida intentando que ante tus ojos se vuelva a iluminar todo con la misma luz que una vez viste. Porque soy consciente de que todos tenemos un sol así, y que nos damos cuenta de ello cuando nos encontramos en un lugar extraño, y añoramos nuestro sol. Y hoy, me he sorprendido mirando por la ventana y sonriendo. Me agobian los exámenes y los trabajos, que se acercan, y sin embargo, ha sido como tener una pequeña selva detrás de casa donde alejarte de la contaminación [hoy no puedo dejar de explicarme por metáforas...]. Pero hoy ha sido la conjura de un cielo especialmente azul, y un vacío de nubes que dejaban que el sol reposara en las montañas que se ven desde aquí. Me ha traído agradables recuerdos: no es el sol de Florencia que tanto anhelo, y que me he visto persiguiendo alguna vez, pero sí era el sol de aquella niñez en la que en las tardes de primavera jugaba con mi padre en unas pistas de tenis y frontón en un oasis. Y siempre me dejaba ganar. Me he dado cuenta de que en realidad eso era felicidad. Es como una vía de escape. A veces sueño con coger una bicicleta, y coger del garaje una raqueta y varias pelotas, y pedalear hasta llegar a aquel lugar. Hace tiempo que mi padre dejó de jugar conmigo al tenis, pero ójala algún día quisiera desempolvar su vieja raqueta. Seguro que me ganaba.
Será que todos nos hacemos mayores...
Me han llegado a la mente diversas imágenes, relacionadas con ese sol y ese cielo.
Será porque hay miles de soles fuera.

Espero que todos encontréis el vuestro.

[Dadme tiempo y pondré la foto de mi sol. Feliz Navidad a todos/as]

Ride (Cary Brothers)

3 comentarios:

El Ángel del Dulce Dolor dijo...

Es una hermosa manera de rememorar tiempos pasados. No digo mejores ni peores, tan sólo pasados. Y sí, tal vez quiera desempolvar su raqueta...¿has probado a pedírselo?

wílliam venegas segura dijo...

Gracias por sacar, entre tantos soles, cálidos unos, ardientes otros, amorosos aquellos, despechados estos, soles como amores, gracias por venir a mi blog y dejar un mensaje ahí. Escribes muy bien.

PIER dijo...

Cuando el ayer toca la puerta de nuestras almas.. los recuerdos se abren paso y con ellos la nostalgia..

Creo entender la busqueda de tu sol. ya que yo aún no he encontrado mi viento con aroma del mar desde que vivo en madrid..

que sensación tan extrema el no poder sentir estas vibraciones colores u olores.. solo nos queda nuetsros sueños para revivirlos..

Una cosa.. queda con tu padre quizás la raqueta te este esperando..

un abrazo,,